LA RIQUEZA ESTÉRIL
Act. Salvador Milanés García Remus
Lo que más lastima a una sociedad es su pobreza; pero al ser éste una consecuencia, poder corregirla exige primero determinar las causas que la provocan, siendo las principales la ignorancia, la deficiente capacitación, la falta de oportunidades y su consecuente falta de trabajo o su insuficiente remuneración.
Pero lo que más ofende a la sociedad es la inadmisible magnitud de su desigualdad social, y ésta es fruto de la injusticia provocada por la codicia, donde algunos, apoyados sólo en sus fueros, su fuerza o su poder, se apoderan de la riqueza creada en una proporción mayor a al que en justicia les pudiera corresponder despojando a quienes tuvieran legítimo derecho a una porción mayor, y exponiéndose a sus vaticinables aunque siempre impredecibles consecuencias, puesto que la gente, y qué bueno, está cada vez más consciente de sus derechos y cada vez menos dispuesta a permitir su conculcación.
La riqueza debe cumplir con su primordial función social que es combatir las causas estructurales de la pobreza dándole a los bienes el destino universal al que están llamados, ya que de no hacerlo se convertirá en una riqueza estéril.
Y el papel que hayamos de desempeñar en este proceso dependerá de que queramos asumir o no la responsabilidad que nos corresponde, y que nos habrá de colocar ya sea en el escenario o en el auditorio, dependiendo de si elegimos ser actores o sólo espectadores del desarrollo social.
“Mucho se dice y con mucha razón, que debemos darle sentido a la vida. Por ello sostengo con igual razón, que debemos darle vida a la riqueza; y sólo así evitar que se convierta en una riqueza estéril”.
-Act. Salvador Milanés G.